La salud y el rendimiento de producción de las vacas lecheras depende especialmente de la calidad del descanso de los animales. Es importante que las vacas descansen entre 10-12 horas al día. Reducir la cantidad de tiempo que pasan acostados afecta al bienestar y, por lo tanto, a la producción.
Cuando la vaca está en reposo, optimiza el proceso de rumiación y produce más saliva. lo que reduce las posibilidades de padecer acidosis regular.
Algunos indicadores acerca de la calidad del descanso de las vacas son:
- Tiempo total que permanecen tumbadas.
- Frecuencia con la que se tumban.
- Duración de cada episodio de descanso.
Si las vacas están cómodas, el tiempo total aumentará y la duración de cada episodio disminuirá ya que las vacas prefieren levantarse y tumbarse a menudo. Sin embargo, si las vacas se sienten incómodas, se mantendrán de pie.
Además, si los cubículos son inadecuados empezaremos a ver vacas con las dos patas en el cubículo y las dos traseras en el pasillo (perching).
Si los boxes o cubículos son incómodos, las vacas no podrán adoptar ciertas posiciones de descanso, alterando sus patrones de sueño y afectando negativamente a la producción. Una cama dura y unos suelos ásperos y resbaladizos puede aumentar el riesgo de cojeras y lesiones.
Un factor importante es la limpieza, ya que las superficies sucias aumentan el riesgo de que los animales padezcan cojeras o infecciones. Esto se debe a que la suciedad puede reblandecer el estuche córneo de las pezuñas y, de esta manera, dañar la piel del espacio interdigital.
Curiosidades sobre el descanso de las vacas:
- Las vacas reparten su tiempo de descanso a lo largo de todo el día y pueden pasar entre 12 y 15 horas acostadas.
- Las vacas son animales de hábitos, por lo que se aconseja que tengan siempre la misma “cama” y un mismo horario de ordeño, comida y descanso.
- ¿Cómo son estas camas? Protegen a las vacas frente al frío y al calor, la lluvia o el viento. Tienen espacio suficiente para que puedan acudir si están cansadas o salir para caminar, comer o relacionarse con sus compañeras. Son cómodas, hechas de paja, serrín, arena… y se mantienen limpias y secas.
- Además, en las granjas suele haber vaporizadores y ventiladores que regulan la temperatura. Para un descanso óptimo, las vacas prefieren ambientes frescos, soportan incluso -10º C. A partir de los 23º C sufren el estrés por calor.
En AMECO, siempre intentamos que nuestras vacas están lo mas cómodas posible y tengan una buen calidad de vida.
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