El queso fresco es un alimento muy versátil: se puede tomar a solas, con aceite y sal, con ensaladas, frutos secos, alimentos dulces, salados, se pueden hacer postres… es, sencillamente, maravilloso.
Bueno, ¿pues sabéis qué es mejor que todo eso, si es que se puede superar? Lo fácil que es prepararlo en casa. Si quieres aprender a hacerlo, ¡sigue leyendo! 👇​
¿Qué ingredientes necesitas?
· 2 litros de leche entera de vaca, 80 ml de vinagre y 4 gr de sal
ÂżY utensilios?
· Olla, bol grande, colador, cestillo o fiambrera, trapo de algodón y papel absorbente
ÂżCĂłmo elaborarlo?
Primer paso: prepara el queso
Lo primero que vas a tener que hacer es calentar la leche. Échala en una olla, ponla al fuego (o vitrocerámica) y añade la sal (si lo prefieres, puedes omitir este paso). Cuando comience a salir humo, añade el vinagre para que la leche se corte, y baja un poco el fuego. Este paso es muy importante: si no, la leche se pegará a las paredes de la olla. Ve removiendo y verás cómo empiezan a salir los grumos. Cuando hierva tienes que comprobar que se ha separado el suero de la parte grasa, y apaga el fuego. Deja reposar durante 10 minutos.
Segundo paso: escurre el queso
Coge el colador y colócalo sobre el bol, y coloca el trapo de algodón encima del colador. Ve echando el queso sin el suero encima del trapo y, una vez que esté todo, cierra el trapo y ve apretando para quitar el exceso.
Tercer paso: dale forma
Una vez que tenemos el queso escurrido, toca colocarlo en un molde. AquĂ puedes utilizar un cestillo, una fiambrera e incluso el mismo colador.
Simplemente tienes que sacarlo del trapo y ponerlo en uno de estos recipientes: presiona bien para que termine de soltar el agua que le quede, y dale la forma que quieras. Cuanto más aprietes, más duro quedará.
Cuarto paso: refrigeraciĂłn y Ăşltimos detalles
Una vez en el molde, guárdalo en el frigorĂfico. Te recomendamos que utilices papel absorbente por si acaso suelta algo de lĂquido: pon uno debajo, el queso en medio, y otro papel encima. MĂnimo tenlo asĂ 5 horas.
Una vez pase este tiempo sácalo, quita el papel absorbente, desmolda sobre un plato, ¡y ya lo tienes!
Ya nos contaréis qué tal, ¡esperamos vuestras fotos!
No os preocupéis, si no os sale bien, ¡siempre os quedarán nuestros deliciosos quesos frescos!