El queso fresco es uno de los alimentos más valorados dentro de la dieta mediterránea. Su sabor suave y natural, junto con los múltiples beneficios del queso fresco, lo convierten en un producto imprescindible para quienes buscan una alimentación equilibrada, nutritiva y de calidad.
En AMECO elaboramos queso fresco de vaca y cabra de forma artesanal desde 1990, cuidando cada detalle para garantizar siempre la máxima frescura y el mejor sabor.
1. Beneficios del queso fresco: alto contenido en proteínas
Uno de los principales beneficios del queso fresco es su aporte de proteínas de alto valor biológico, fundamentales para el desarrollo y mantenimiento de la masa muscular. Esto lo convierte en un aliado perfecto para personas activas, deportistas y quienes desean mantener una dieta completa y saludable.
2. Bajo en grasas y fácil de digerir
En comparación con otros quesos curados, el queso fresco contiene menos cantidad de grasa. Esto hace que sea más ligero y fácil de digerir, ideal para quienes buscan cuidar su alimentación sin renunciar al placer de un buen queso.
3. Aporte de vitaminas esenciales
El queso fresco es rico en vitaminas clave para el organismo, entre ellas:
- Vitamina B12: fundamental para el sistema nervioso y la producción de glóbulos rojos.
- Vitamina A: ayuda a mantener la salud de la piel, la visión y el sistema inmunológico.
Gracias a estos aportes, los beneficios del queso fresco van más allá de lo nutricional, contribuyendo al bienestar general.
4. Fuente natural de calcio y fósforo
Otro de los grandes beneficios del queso fresco es su riqueza en minerales como el calcio y el fósforo, imprescindibles para la salud de huesos y dientes. Su consumo regular contribuye a prevenir problemas como la osteoporosis y fortalece la estructura ósea en todas las etapas de la vida.
