Desde las colinas de Francia hasta las mesas familiares en México, el queso fresco ha sido un pilar de la gastronomía y cultura mundial durante siglos. Más que un alimento,se ha convertido en un símbolo de tradición, sabor y comunidad en diversas culturas de todo el mundo.
Un viaje por las tradiciones gastronómicas.
El queso fresco, con su textura suave y cremosa, es un ingrediente versátil que se adapta a una amplia gama de platos. En la cocina mediterránea, se encuentra coronando ensaladas frescas. Mientras tanto, en las cocinas latinoamericanas, el queso fresco es el compañero perfecto para los sabores picantes de los tacos y las enchiladas, añadiendo un contraste refrescante.
Más que un alimento: Un símbolo de tradición
Pero el queso fresco es más que solo un ingrediente culinario; es un símbolo arraigado en la historia y la cultura de muchas comunidades. En México, por ejemplo, el queso fresco es un elemento central en celebraciones como las fiestas patrias y las reuniones familiares.
Artesanía y calidad: El secreto del queso fresco
Detrás de cada bloque de queso fresco hay un proceso de elaboración artesanal que se remonta a generaciones. Desde la selección cuidadosa de la leche fresca hasta la fermentación controlada y un delicado prensado.
En Ameco seguimos cuidadosamente el proceso de elaboración del queso fresco artesanal. Cada paso en la fabricación de nuestro queso fresco es una expresión de dedicación y pasión por la calidad.
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