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¿Puedo comer queso si estoy embarazada?

El consumo de queso fresco durante el embarazo es una cuestión que no queda del todo clara: como ya comentamos en el artículo anterior, es un alimento probiótico, es decir, que contiene microorganismos vivos cuya función es mantener o mejorar la microbiota normal de nuestro cuerpo. Y esto puede llevar a confusión.


Debido a los grandes beneficios que tiene este queso para nuestra salud, es común que surjan dudas acerca de si se puede ingerir o no, sobre todo si se está atravesando un período tan delicado como lo es un embarazo.

En este artículo os dejamos toda la información necesaria.

El queso fresco es seguro para las embarazadas siempre y cuando esté pasteurizado.

Pasteurizar, según la RAE, consiste en “elevar la temperatura de un alimento líquido hasta un nivel inferior al de su punto de ebullición durante un corto tiempo, y enfriarlo después rápidamente, para destruir los microorganismos sin alterar la composición y cualidades del líquido”.

¿Por qué es importante que la leche con la que se fabrica el queso esté pasteurizada? Para evitar el riesgo de que contenga el germen listeria, transmisor de la listeriosis.

Otro aspecto en el que te has de fijar es que esté envasado al vacío: nunca compres un queso que ha sido abierto previamente (por ejemplo, aquellos que se venden en charcuterías o mercadillos artesanales) y comprueba siempre la fecha de caducidad. Os aconsejamos que solo consumas queso fresco cuando está recién abierto, aunque luego lo conserves en el frigorífico, así evitarás cualquier riesgo.

En Ameco elaboramos todos nuestros quesos con leche pasteurizada, tanto los de vaca como los de cabra. En las etiquetas podéis observar todos los ingredientes.

Desde Quesería Artesanal Ameco informamos que este artículo es de carácter divulgativo. Si tienes cualquier duda acerca del consumo de este alimento durante el embarazo, consulta a tu médico.