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Todo lo que debes saber sobre el queso fresco sin lactosa. 

En primer lugar, es importante recalcar que no todas las personas tienen la misma tolerancia a la lactosa, sobre todo cuando se trata de leche o de otros productos lácteos como el queso fresco. 

Aunque tengas un poco de intolerancia a la lactosa no hace falta que la elimines por completo de tu dieta. En ocasiones, un pequeño ajuste en tu dieta diaria es suficiente (todo dependerá de tu nivel de intolerancia a la lactosa). 

La lactosa es un azúcar que se encuentra en la leche de origen animal y, por ende, se encuentra en la leche de vaca, cabra y oveja y en productos que la contienen como el yogur, la mantequilla, el queso… 

En el caso concreto del queso, cuánto más envejece, menor es la cantidad de lactosa que contiene.

¿Qué es lo que causa la intolerancia a la lactosa?

La principal causa de esta intolerancia es la incapacidad para digerir el principal azúcar de la leche: la lactosa. 

Según la cantidad que se haya ingerido de esta sustancia, puede llegar a causar trastornos digestivos, problemas articulares o dolores de cabeza (estos síntomas dependen de la persona ya que no todas las personas reaccionan de igual manera).

La intolerancia a la lactosa es un problema que afecta a una gran cantidad de personas en España. El queso fresco es un alimento que se consume diariamente y que además tiene muchos beneficios para la salud, por lo que no debería ser excluido de una dieta equilibrada y saludable solo por la lactosa. 

Pero, ¿existe el queso sin lactosa? La respuesta es claramente sí. Existen algunos quesos que no contienen lactosa de manera natural pero también existen quesos sin lactosa creados para las personas intolerantes. 

El queso sin lactosa cuenta con las mismas propiedades beneficiosas que los quesos “normales” y, además, están igual de buenos y conservan la misma textura y aroma. 

¿Cómo se produce el queso sin lactosa?

A diferencia de lo que mucha gente piensa, la lactosa no se elimina de la leche, sino que se hace digerible mediante un proceso que reproduce lo que sucedería naturalmente en el ser humano. 

El procedimiento consiste en agregar una enzima a la leche que está presente en nuestro organismo y que nos permite digerir la lactosa. Dicha enzima (conocida como la lactasa) se encarga de descomponer la lactosa en dos azúcares más sencillos de digerir y de absorber por nuestro cuerpo: la glucosa y la galactita. 

En AMECO, producimos queso fresco de vaca sin lactosa para que todas las personas puedan disfrutar de todos los beneficios del queso fresco para nuestra salud. 

Si quieres probar uno de nuestros quesos sin lactosa, es tan sencillo como hacer click aquí.

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